¿Alguna vez has conocido a una persona bilingüe que dice que puede traducir solo por saber el idioma? ¿Nunca te han pedido que traduzcas un texto por el simple hecho de hablar cierto idioma o ser nativo de dicha lengua? Si tú eres traductor o intérprete, seguro conoces a alguien que dice traducir un documento porque es nativo. Pero ser bilingüe no asegura que una persona pueda traducir, por lo que en el siguiente artículo te mencionaremos cuáles son las diferencias entre ser bilingüe y ser traductor.
Características de un traductor
Un traductor trabaja con textos escritos que pueden tratar de distintas temáticas y estos se pueden desarrollar en distintos campos profesionales como textos médicos, legales, técnicos o literarios. Es esencial que un traductor tenga conocimientos lingüísticos de al menos dos lenguas, debido a que cuando trabajas en una traducción, se ven involucrados dos idiomas y además, dos culturas.
Los traductores tienen que tomar mucho en cuenta las culturas de ambos idiomas, porque cuando no las tomas en cuenta, lo más seguro es que puedas cometer equivocaciones relacionadas con el sentido del texto.
Un traductor tiene capacidades lingüísticas desarrolladas, pero también conoce de culturas y cómo adaptarla a un texto cuyo idioma posee una cultura completamente diferente. Si te interesa conocer más sobre la tarea de un traductor, lee cuáles son algunas de las cualidades de un buen traductor.
Cualidades de una persona bilingüe
Una persona bilingüe tiene la capacidad para usar dos idiomas de forma intercambiable, esta capacidad puede ser nativa o adquirida. La noción de ser bilingüe va de la mano con el manejo perfecto de dos idiomas, al emigrante que se comunica en una lengua distinta a la propia (independientemente del nivel que posea) o al estudiante que realiza un curso en dos lenguas. Si te interesa saber más de este tema consulta el artículo sobre el bilingüismo y sus beneficios.
Diferencias entre las habilidades de un traductor y un bilingüe
La diferencia entre manejar dos idiomas y perfeccionarlos para hacer una “traducción” puede ser tan delgada como catastrófica. Y es peligroso, porque la persona que lo esté traduciendo tiene que entender correcta y completamente el sentido del texto, sino esto tendrá un mal resultado.
Comprender la idea de un texto es el primer paso para poder traducir un texto, y resulta ser también la tarea principal de un traductor. La diferencia entre ser bilingüe y saber traducir ya es delgada hasta este primer paso. Después se va agrandando a problemas más generales como la cultura, ortografía, etc. Algunas de las diferencias más destacadas son:
- Fluidez
Tanto el bilingüe como el traductor tienen el conocimiento de dos idiomas, pero el traductor además de dominar dos o más idiomas, tiene la rapidez para comunicar las ideas en tiempo real (en caso del intérprete) de la manera adecuada para su claro entendimiento.
Además de la rapidez al expresar las ideas, este también requiere la habilidad para pensar en diferentes idiomas al mismo tiempo para entender los conceptos, en cuestión de sentido y contexto.
- Interpretar
Una persona bilingüe siempre estará un paso más adelante en el camino de convertirse en intérprete en cuanto a habilidad se refiere, ya que se necesitan también bases teóricas para poder convertirse en ello. A fin de que se desempeñe de la mejor manera será necesario que reciba las herramientas educativas que le permitan adquirir las habilidades requeridas para interpretar el mensaje.
Una persona bilingüe puede interpretar un mensaje, pero corre el riesgo de no poder transmitirlo de forma fiel al idioma meta.
Ahora que ya conoces las diferencias entre un traductor y un bilingüe, ¡estoy segura de que contratarás al indicado para el fin que lo desees!
0 comentarios