El mundo de hoy está cada vez más globalizado gracias al internet, en la actualidad podemos conocer sobre el trabajo de un gran número de empresas que provienen de países muy lejanos al nuestro, a través de la red.
Lo más importante es que estas páginas traen versiones en varios idiomas para abarcar un mayor número de personas, de manera que si tu meta es entrar en el mercado internacional, debes contar con la traducción en diferentes idiomas tanto de tu web empresarial, como del CV, portafolio, manuales y otros documentos de la empresa.
Pero ¿cómo encontrar y contratar empresas que ofrezcan servicios de traducción? A continuación te explicamos un poco el proceso y te damos algunos consejos para que el trabajo final sea de la más alta calidad y cumpla con tus expectativas.
Conseguir a la empresa ideal
A través de internet puedes conseguir diferentes empresas que ofrecen servicios de traducción e igualmente en tu ciudad podrías localizar algunas. Será tu decisión elegir si prefieres trabajar a distancia con dicha empresa o dirigirte personalmente hasta su oficina.
De cualquier manera, antes de hacer algún contrato o solicitar sus servicios de traducción, es sumamente importante verificar que la empresa sea seria, que cuenta con buenas referencias y si es posible solicítales algún ejemplo de las traducciones realizadas para verificar la calidad de su trabajo.
Considerar los idiomas a traducir
Debes tener en cuenta la combinación de idiomas que vas a solicitar (por ejemplo: español-inglés), y sobre todo considera la lengua a la que vas a traducir tu texto. Pregunta a la empresa si cuenta con traductores nativos, así podrás tener la certeza de que la traducción será correcta y estará redactada con un estilo natural, porque lo ideal es que a los destinatarios de esa traducción les parezca que están leyendo un original, por lo que el trabajo debe ser impecable.
Revisar el material a traducir
Antes de solicitar los servicios de traducción es fundamental revisar y confirmar el texto definitivo que se va a traducir. No encargues la traducción de un documento que apenas se encuentra en borrador, solo por querer ahorrar tiempo, ya que si luego se le hacen distintas modificaciones gastarás más dinero solicitando la traducción del nuevo documento.
Si haces esto, probablemente pagarás innecesariamente por fragmentos traducidos que serán eliminados o modificados del documento final, extenderás el plazo de entrega porque la empresa necesitará más tiempo para revisar y corregir los cambios y además, incrementarás las probabilidades de error si has entregado varias versiones del mismo.
Planificar el tiempo adecuado
En el mundo de las traducciones las prisas no son positivas ya que los plazos cortos pueden costarte más dinero. Por eso es recomendable organizar y planificar bien los plazos, de forma que tu traducción llegue en el tiempo justo sin que te genere un mayor gasto.
Recuerda que el trabajo de traducir requiere una gran concentración, preparación, investigación y corrección para trasladar los contenidos sin errores que puedan perjudicar al cliente. Cabe destacar que este trabajo es realizado por humanos, entonces el número de palabras que se pueden traducir en un día no es infinito.
Por ello, si no quieres perjudicar la calidad de las traducciones que necesitas, lo mejor es establecer plazos realistas y adecuados en relación a la cantidad de palabras.
Verificar requisitos especiales
Si lo que deseas traducir no es un documento común sino que se trata de una traducción oficial o jurada, verifica los requisitos, trámites y el tipo de formato antes de solicitar el servicio.
Las traducciones oficiales solo pueden realizarlas los traductores avalados por el gobierno de cada país, de manera que también debes preguntar a la empresa si pueden ofrecerte este servicio, de lo contrario, una traducción común no será de utilidad para ti.
Mantener la comunicación con la empresa
Si tienes dudas, acláralas con la empresa (o el traductor), y coméntale todos los detalles que consideres importantes con respecto a la traducción de tus documentos, no dejes nada al aire ni des por hecho que las cosas se harán de una u otra manera.
Si cuentas con algunas normas de estilo, términos particulares que no deben ser traducidos o que ya fueron traducidos previamente y deseas mantenerlos, es importante que lo hables al momento de contratar el servicio.
También puedes explicar cualquier otro detalle relevante que creas que pueda influir en la entrega final, por ejemplo aclararle a la empresa quiénes serán los lectores finales de dicha traducción.
Recurrir al mismo traductor
Si finalmente te ha gustado el resultado de la traducción, una recomendación para trabajos posteriores es que recurras siempre al mismo proveedor, pues este ya tendrá experiencia con los documentos relacionados con tu negocio, sabe lo que quieres, conoce el formato, el estilo y tus expectativas.
Existen muchos otros aspectos para tomar en cuenta al momento de contratar servicios de traducción, sin embargo estos son los más importantes y esperamos te ayuden cuando decidas hacerlo. Si te ha interesado el tema y piensas que a alguien más le puede resultar útil no dudes en compartir estos consejos para que contratar a un traductor no les resulte una pesadilla.
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